Política Pesquera

Los atributos y condiciones naturales del Mar Argentino lo convierten en un caladero de gran riqueza e importancia y, al mismo tiempo, en objeto de una política pesquera orientada hacia una explotación sostenible de sus recursos.

El principal soporte jurídico de esta política es el Régimen Federal de Pesca (Ley Nº 24.922). Desde su origen, esta norma promueve la sustentabilidad y apunta a fomentar el ejercicio de la pesca marítima compatibilizando el máximo desarrollo de la actividad en el mar con el aprovechamiento racional de sus recursos vivos y su protección a largo plazo. Es una norma que valora la actividad económica del hombre y el ambiente en el que esta se realiza.

A partir de la aplicación del Régimen Federal, los permisos de pesca se convirtieron en habilitaciones otorgadas a los buques solamente para acceder al caladero, siendo necesario para ejercer la actividad contar con una cuota de captura o con una autorización de captura para el caso de las especies no cuotificadas. De esta manera, se instauró un nuevo sistema de administración que otorga mayor estabilidad, transparencia y previsión. Este sistema permite a las empresas planificar hacia el largo plazo y favorece el desarrollo de procesos industriales apropiados, con más empleo de mano de obra, mayor valor agregado y mejor calidad de productos. También, permite considerar la variabilidad natural en las poblaciones de peces, las características propias de cada una de ellas y los cambios en el ambiente. De esta manera, facilita la adopción de medidas más eficientes para la gestión de los recursos y de los ecosistemas marinos.

La Ley Nº 24.922 instituyó al Consejo Federal Pesquero (CFP) como responsable de formular la política pesquera nacional y estableció que la pesca en todos los espacios marítimos bajo jurisdicción argentina estará sujeta a las restricciones que el organismo dicte con fundamento en la conservación de los recursos, con el objeto de evitar excesos de explotación y prevenir efectos dañosos sobre el entorno y la unidad del sistema ecológico.

Para llevar adelante este mandato el CFP ha privilegiado la adopción de un Enfoque Ecosistémico de la Pesca (EEP), que propone un abordaje integral de las pesquerías, sobre la base de la mejor información científica disponible y teniendo en cuenta que éstas se desarrollan en un ambiente y en un contexto social. Mediante el EEP se busca combinar diferentes paradigmas para nutrir a los procesos de toma de decisión de un abanico de variables que permita contemplar la sustentabilidad de la actividad en todos sus aspectos. En esta línea, el CFP instruyó al Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) – entidad encargada de formular y ejecutar los programas de investigación relativos a los recursos pesqueros – para que la identificación y puesta en funcionamiento de éstos sean estructurados siguiendo el mismo enfoque.

De esta manera, el CFP regula la actividad pesquera, con el sustento de la información científica elaborada por el INIDEP, tomando decisiones de gestión que tienen impacto directo sobre los recursos vivos del mar, el ecosistema en el que éstos interactúan y también sobre la industria pesquera y las comunidades que dependen económicamente de ella. El establecimiento de Capturas Máximas Permisibles o límites de captura por viaje de pesca, las medidas de manejo espacio temporales como las áreas de veda o de esfuerzo restringido, las aperturas y cierres de zonas, las restricciones en los artes de pesca, la obligación de embarcar observadores en los buques comerciales, son algunas de las herramientas dispuestas por el organismo con el objetivo de llevar adelante una administración dinámica y flexible. Su finalidad es facilitar la adecuación del esfuerzo pesquero a las posibilidades biológicas y características particulares de cada recurso.

En consonancia con los principios del EEP y entendiendo que la creación de espacios participativos para la comunicación y cooperación entre los actores de la actividad es crucial para la toma de decisiones y su implementación, el CFP creó Comisiones de Seguimiento de diferentes pesquerías, y la Comisión de bycatch. Estas instancias de intercambio están conformadas por representantes de la administración nacional y de las provincias involucradas, técnicos y científicos especializados en cada pesquería, y representantes de las cámaras que nuclean a las empresas que participan de manera efectiva en cada una de ellas. Tienen carácter de cuerpo asesor y constituyen el ámbito para abordar de forma específica cuestiones referidas a cada recurso particular.

Consciente de que además de los esfuerzos requeridos para la ordenación pesquera es necesario combatir las prácticas irregulares que la amenazan, el CFP aprobó el “Plan de Acción Nacional para Prevenir, Desalentar y Eliminar la Pesque Ilegal, No Declarada y No Reglamentada” (PAN – INDNR). Las acciones que éste prevé se articulan con el plan internacional adoptado por el Comité de Pesca de la Organización de las Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO).

En el marco del PAN – INDNR y para velar por el cumplimiento de las normas que regulan la actividad, la Subsecretaría de Pesca y Acuicultura de la Nación que es la Autoridad de Aplicación de la Ley Nº 24.922 y, por tanto, el organismo ejecutor de las decisiones que el CFP adopta- ha puesto en marcha un Sistema de Integrado de Control. Éste incluye el otorgamiento de permisos de pesca, el registro de los mismos, la generación de bases de datos de declaraciones de pesca, el monitoreo satelital de la flota industrial y comercial, los controles a bordo y de desembarque, patrullaje naval y sobrevuelos, entre otras medidas.

Complementariamente, y en consonancia con los lineamientos establecidos por el Código de Conducta para la Pesca Responsable de la FAO, se han desarrollado diversas líneas de acción para abordar los impactos sobre las especies no objetivo. Entre ellas se destaca la aprobación del Plan de Acción Nacional para la Conservación y el Manejo de Condrictios (tiburones, rayas y quimeras) y los Planes de Acción Nacional (PAN) para reducir la interacción con Aves, con Mamíferos y con Tortugas Marinas, en cuyo marco se establecieron medidas específicas para mitigar capturas incidentales durante las operaciones de pesca.

Por otro lado, la prohibición total y permanente de ejercer la actividad pesquera en la zona del Banco Burdwood – una meseta submarina ubicada al sur del Mar Patagónico, a 150 kilómetros al este de la Isla de los Estados – es otra medida emblemática para la protección de los hábitats y ecosistemas que se encuentran bajo soberanía Argentina. La decisión, fue adoptada por el CFP manteniendo un criterio precautorio, a fin de promover la conservación de los fondos marinos y en particular de aquellos que presentan especies de distribución circunscripta, endémicas, vulnerables, frágiles o de lenta recuperación. Cumplió una función de gran importancia para la protección de los recursos naturales de nuestro país y al mismo tiempo posee un valor institucional muy importante, ya que dio el puntapié inicial para el establecimiento del actual Área Marina protegida Namuncurá-Banco Burdwood (Ley Nº 26.875).

Continuando esta línea de acción, el CFP colabora con el Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible en la ejecución del proyecto “Fortalecimiento de la gestión y protección de la biodiversidad costero marina en áreas ecológicas clave y la aplicación del Enfoque Ecosistémico de la Pesca”. El objetivo del mismo es fortalecer las capacidades de gestión y protección de la biodiversidad marina en áreas de importancia ecológica, ampliando el conocimiento sobre los aspectos biológicos, ecológicos, sociales y económicos de los ecosistemas marinos, definiendo posibles áreas marinas protegidas, aplicando el enfoque ecosistémico de la pesca, para minimizar los impactos negativos de la actividad.

La República Argentina trabaja activamente a nivel internacional para promover iniciativas vinculadas a la pesca responsable y que contribuyan al uso sustentable de los recursos naturales y a la protección del ambiente. Forma parte del Comité de Pesca de la FAO y del Subcomité de Comercio Pesquero. Ha adherido a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible y es miembro de diversos órganos regionales como la Comisión Técnica Mixta del Frente Marítimo, la Comisión para la Conservación de los Recursos Vivos Marinos Antárticos y la Comisión Ballenera Internacional, entre otros. Asimismo, ha adoptado diferentes instrumentos a través de los cuales ha plasmado su compromiso con un progresivo y mejor ordenamiento de los recursos pesqueros y de los espacios marítimos en los que ejerce soberanía, como así también en alta mar. Entre ellos se destacan la Convención de las Naciones Unidas sobre el Derecho del Mar (CONVEMAR), aprobada mediante Ley Nº 24.543, el Acuerdo para Promover el Cumplimiento de las Medidas Internacionales de Conservación y Ordenación de los Buques Pesqueros que Pescan en Alta Mar, aprobado a través de la Ley Nº 24.608 y el Convenio sobre Diversidad Biológica, aprobado por Ley Nº 24.375.

El compromiso Argentino se refleja también a nivel comercial. El caladero nacional cuenta con pesquerías certificadas y en proceso de certificación bajo los estándares del Marine Stewardship Council (MSC). Asimismo cuenta con mecanismos propios como los Sistemas de Certificación de Captura Legal y de Control de Carga que establecen procedimientos administrativos para la emisión de certificados por parte de la Autoridad de Aplicación, que acreditan el origen legal de las capturas para los productos pesqueros provenientes de aguas jurisdiccionales argentinas con destino al comercio nacional e internacional.

El CFP, por su parte, ha aprobado el permiso de uso del signo distintivo “MAR ARGENTINO, salvaje y austral”, para aquellas empresas nacionales que acrediten el cumplimiento de las normas comprendidas en marco del enfoque ecosistémico. De esa manera, ha dado inicio al proceso de creación de un área específica que tendrá a su cargo la gestión del uso del signo y llevará adelante el control de su aplicación. Así, ha marcado el camino a seguir para la expansión del emblema que hoy representa a industria pesquera de nuestro país en el mundo.